Desatar un suspiro
¿Que hacemos con todo esto?
Una mujer rodeada de objetos, cosas que suele recoger por intuición, porque algo en ellos le llama la atención: textiles antiguos con manchas del pasar del tiempo, cajitas de polvo, plumas, repasadores. Los recoge y atesora. Los atesora, y de a poco… va desarrollando algo así como un atisbo de cariño.
María Pía López, en su libro “Quipu, Nudos para una narración feminista” escribe sobre la “amorosidad recolectora”, haciendo alusión a como las mujeres en el campo del saber, toman conceptos de otros saberes y contextos, dándole un sentido diferente. Pienso en esta mujer recolectora, que se apropia y resignifica la realidad de estos objetos elegidos, dándoles la posibilidad de una existencia diferente.
Resulta que la mujer rodeada de objetos, un día toma conciencia que cada uno de estos elementos tiene que ver con su propia historia… Cada uno de ellos, materializa algún deseo perdido en el horizonte, alguna estrella perseguida, algún ardid del destino… todos y cada uno de ellos, van configurando su arqueología personal. Es así como en un momento de destello fulguroso, el hilo y la aguja, compañeras silenciosas en esta historia de recolección, comienzan a fraguar una senda, formada por miles de puntadas, algunas minuciosas, escrupulosas.. otras estridentes y gritonas… donde la propia biografía de la mujer funciona como canal para dar forma a una serie de imágenes, que de a poco, y al ritmo de su respiración, van conformando otro universo.
El cuerpo de obra que presenta por primera vez María Eugenia Bargero, donde los objetos encontrados convertidos en receptáculos de un nuevo saber se cuelan con su vida, conforman una nueva forma de ver el mundo, donde la visita al pasado se hace necesaria, para volver al hilo que une un hecho con otro, desanudarlo, desandarlo, desatarlo, y así crear un nuevo relato.
La primera bocanada de aire que comienza a salir, despacio.
El bordado es el escudo punzante que va a ir reescribiendo esta historia personal, sanando en cada puntada, y uniéndola a los hilos de una historia mayor. Rozsika Parker, en su libro “La Puntada subversiva”, dice “Los procesos de creatividad -el hallazgo de formas para el pensamiento- tienen un impacto transformador en el sentido del yo. La bordadora tiene en sus manos un objeto coherente que existe tanto fuera de la palabra como dentro de su cabeza”.
Desata quien desanda. Crea quien destruye. Las imágenes conocidas de María Eugenia se desdibujan, para dar paso a su propia mitología individual, donde aparecen flores carnosas y espinas que sangran en blancos pulcros, en siluetas que no nos dejan respirar, donde los soportes habitaron el ala de lo domestico, impoluto, y hoy salen y quieren estallar en muros inocuos, cargados de momentos de dolor. Donde en el claro, aparece la línea negra, oscura, queriéndonos mostrar el otro lado de lo que el ojo ve…
Mariana Guagliano- Septiembre 2022